Entrevista con el fotógrafo Eduardo Acebedo

Eduardo Acebedo presenta la exposición "Objetos" en la galería Photoartekomite.com hasta el 31 de agosto.

- ¿Cómo recuerdas tus primeros contactos con la fotografía?

 Eduardo Acebedo.- Mi primer contacto fue en un curso que hice en la sociedad fotográfica de Vitoria, y cuando acabé el instituto me fui a Andoain a estudiar un módulo de imagen, fotografía, iluminación… en aquel momento todo era analógico y realizábamos mucho trabajo de laboratorio. Además, fue una oportunidad para ver mucha imagen fija y mucho cine. Recuerdo, sobre todo, a un profesor, le llamaban Menón, venía a clase con mucha recopilación de imágenes, constantemente nos soltaba imágenes, nos enseñaba libros y allí vi el primer archivo importante de fotografía artística.

Gracias a él me acerqué a la dirección artística. Sabes, detrás de una imagen en cine todo es falso. Todo influye, la iluminación, dónde pones la cámara, el punto de vista… cómo da a cámara es algo muy importante; en pintura pasa igual, puedes degradar lo que haces en el lienzo y puedes engañar al espectador. Ese juego me interesaba, y es cuando empiezo a trabajar en la preparación de la imagen, en el atrezzo de una imagen.

Era un módulo dirigido a ser técnico, no había pretensión artística, pero con este profesor empecé a descubrir mi inquietud por la creación de imagen.

                                                                                        

- Y es cuando te planteas el paso a BBAA

E.A..- Sí, tenía inquietud, pero veía que necesitaba conocimiento, que tenía que ver y aprender. Hasta aquí todo había sido muy técnico y a la universidad fui a la búsqueda de conocimiento, y de gente que trabajara en fotografía.

El archivo de la uni es bastante amplio y no solo veo fotografía sino diversos campos más: escultura, pintura… y me enriquece mucho. Pero, bueno, ya sabes…en las clases de fotografía te enseñan, aunque todo va muy rápido, te dan referencias y si te interesa profundizas.

Lo que más me ayudó fue que aprendí a desarrollar el apartado más conceptual de la obra, a reflexionar sobre el trasfondo de la imagen antes de hacerla. Y me sirve porque antes iba y hacía. Era simplemente atracción directa de una imagen. No había un trabajo previo. Conseguía imágenes potentes pero…. y?

Es cuando me doy cuenta de que no vale cualquier cosa. Y empiezo a investigar y a estudiar cómo preparar mis proyectos y a trabajar en verdaderos proyectos.

- Estando en la Universidad empiezan a seleccionar trabajos tuyos para GetxoArte, ERTIBIL, IKasArt…

E.A.- La primera experiencia expositiva fue… creo que fue con Getxoarte. Lo que más recuerdo es estar en el stand y ver las reacciones de la gente. Vas muy ilusionado (risas) y te sirve para ver la realidad del mundo del arte, lo duro que es. Es un mundo en el que te tienes que buscar la vida por otros lados. Luego en Ertibil estuvo muy bien, la obra se mueve por varias salas de exposiciones y aunque yo no creo que un tipo de sala sea más importante que otra, está bien exponer en sitios en los que has podido ver autores que admiras.

No sé, lo bueno de todo aquello es que tu obra ha sido seleccionada por profesionales, a pasado un filtro, y sabes que hay trabajos que se han quedado fuera.

- ¿Cuándo comienza tu interés en los objetos cotidianos?

E.A.- Empecé en el 2008, influenciado por el punto de vista del cine. Quiero decir, me interesaban los planos cinematográficos y, en concreto, los llamados planos imposibles. Dan lugar a puntos de vista que nunca has contemplado y tiene un punto de sorpresa, también narrativamente puede tener su significado. Intenté hacer lo mismo con la fotografía; al principio trabaje en imágenes que podían aludir a la visión de un animal, me interesé por la macrofotografía….

Me quería introducir dentro de los objetos, dentro de un enchufe, de una botella, de los electrodomésticos, intentando retratar mi casa como si la hubiera visto desde su interior. Buscaba una posición en la que nosotros no hubiéramos estado nunca y entonces descubrí ciertos aspectos de los objetos que no me había parado a contemplar.

No era el resultado que yo buscaba pero ya estaba empezando a aparecer la oscuridad en el encuadre para reencuadrar desde los puntos de luz, el aislamiento del objeto…

Poco a poco, voy investigando con los encuadres, buscando el blanco puro, el negro puro… Cuando tienes la imagen en la cabeza y sabes lo que quieres es muy fácil lograrlo. Aunque a veces comienzas a trabajar en un objeto, lo iluminas y te encuentras con una sorpresa, la imagen te encuentra.

Lo que busco es una imagen muy potente, que llame la atención, que cree una cierta confusión. En mis imágenes vemos cosas cotidianas, que conocemos y en las que le propongo al espectador el redescubrimiento de ese objeto.

- ¿En qué estas trabajando ahora?

E.A.- Estoy trabajando en líneas más amplias, en las que el espacio toma otro sentido, comienza a tomar mayor importancia relacional y aparece el color.

En cierto modo, es como volver a los principios de la metáfora visual.

- ¿Qué sentido tiene el arte?

E.A.- El arte tiene valor social, otra cosa es hacia donde se encamina. Creo que tiene que haber un cambio y que vuelva a funcionar como lo que es: la necesidad humana de representar el mundo en que vivimos, la sociedad. Además, me interesa el valor reivindicativo del arte. Me gusta la gente que ha utilizado el lenguaje artístico para cambiar las cosas. En mis obras audiovisuales me resulta más sencillo, es más evidente que lo intento. En la fotografía me gusta representar nuestro entorno, crear sensaciones respecto a lo que estas viendo.

-¿Cuál es el papel del artista?

E.A.- Yo creo que cualquiera tiene capacidad de poder crear. Todos tenemos una capacidad infinita de hacer cosas, no creo en los dones, sino en el trabajo.

- ¿Qué opinión tienes de las grandes instalaciones?

E.A.- Es algo que está de moda y como tal es pasajero; unir tantas cosas dentro de una sala puede llegar a confundir. En muchas de esas instalaciones se utiliza una pluralidad de lenguajes, has tenido que pasar por todos ellos y dominarlos.

Hay ciertas cosas que no me gustan… no me crean buena sensación. Como espectador me siento un poco aturdido.

- ¿Qué tipo de museo te gusta?

E.A.- Abierto a lo local. La mayor parte de ellos tienen un desarrollo excesivamente empresarial.

Como espacio expositivo me gusta la fundación Antonio Pérez, en Cuenca. Es un laberinto, un antiguo convento. Te vas encontrando las cosas, puedes moverte con total libertad, es una colección personal que amalgama todo tipo de autores.

- Admites que una referencia fundamental en tu obra proviene de la imagen en movimiento, pero qué tipo de cine te gusta.

Me voy a los clásicos, prefiero retornar a ellos que ver obra que ya se ha hecho. En la universidad aprendo mucho de cine, veo mucho cine. La referencia que tenemos es Patxi Urquijo que nos hace ver a los grandes clásicos, y mucho cine de los 70. Ahora es todo tecnología, mucha posproducción y demás, pero en el lenguaje audiovisual los que realmente innovaron son ellos.

- ¿Cómo planteas tu carrera como fotógrafo?

Si haces algo, tienes que presentar propuestas nuevas. Intentar decir de otra manera. Defender tu estilo, no ceder a las influencias. Hacerlo porque necesitas hacerlo, es más honesto crear tu obra y tu personalidad.

Admito que llegar a crear tu propia personalidad como artista conlleva un largo camino de precariedad, pero es la manera de conseguir que tu obra tenga densidad. Creo que “Objetos” no deja indiferente.